Los Verdes comprende la situación de los trabajadores, pero nadie debe edificar por encima de la ley. Ahora, Las Beatillas.
Fuente: Diario de Cádiz
La demolición de la casa club de Montenmedio es cuestión de días
El empresario Antonio Blázquez confirmó ayer que prepara la inminente demolición parcial de la casa club de Montenmedio, el complejo turístico-deportivo situado entre Vejer y Barbate. Ya cuenta con el proyecto de demolición del palacete y, según admitió, lo hará efectivo a principios del mes de octubre para cumplir con la sentencia de derribo que pesa sobre la instalación, declarada ilegal por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) después de doce años de litigio.
El proceso de demolición está en una situación extremadamente delicada por el futuro de los más de 300 empleados del complejo -200 contratos fijos y otro centenar, indirectos-. El objetivo de Antonio Blázquez es garantizar la vigencia de la mayoría de los puestos de trabajo y la actividad en el complejo utilizando las instalaciones que no están afectadas por la demolición para atender a sus clientes en sustitución de la casa club (un edificio que sirve de recepción, con una tienda, un bar y otros servicios). Personal de la empresa trabaja desde hace varias semanas en el acondicionamiento de estas dependencias con el objetivo de que no haya ningún perjuicio para los clientes.
Sin embargo, el empresario tiene el temor de que la publicidad de la noticia del derribo afecte a la imagen de Montenmedio, uno de los complejos más relevantes del mundo en la hípica de alto nivel, y provoque la cancelación de los contratos que tiene en cartera o en negociación para los próximos meses, tanto con clientes nacionales como internacionales.
La pérdida de estos contratos provocaría "irremediablemente" el despido de la mayor parte de la plantilla de Montenmedio, según ha alertado el empresario y han venido corroborando los empresarios y las centrales sindicales.
El último dictamen judicial del TSJA sobre la casa club, de enero de este año, refrendaba la sentencia emitida por el mismo Tribunal en junio de 2002 en la que ordenaba la demolición del inmueble al considerar que la licencia de obras concedida en su día por el Ayuntamiento de Barbate era ilegal. Días después de ese último dictamen, Antonio Blázquez expresó por primera vez su "total agotamiento" con el proceso judicial y con los constantes rechazos a sus recursos, y declaró que acataría la sentencia de derribo pese a considerarla un "error monumental". "Será una ruina para La Janda, un desastre, sobre todo para Vejer y Barbate, pero estoy cansado, agotado, y no puedo recurrir más", lamentó.
Blázquez, respaldado en todo momento por las sucesivas corporaciones municipales de Barbate y Vejer, volvió a reclamar a la Administración autonómica un acuerdo político que evitase el derribo, argumentando la relevancia económica del complejo turístico y el -a su juicio- agravio comparativo que se comete con respecto a otros inmuebles sobre los que pesan sentencias parecidas en Andalucía.
El único acuerdo que consiguió arrancar el empresario con la Junta fue el de fijar un plazo para efectuar por su propia iniciativa la demolición de la casa club, plazo que expira el próximo mes.
El futuro del complejo turístico, hípico y de golf tras el derribo de su recepción es una incógnita. Antonio Blázquez ha amenazado con llevarse las prestigiosas competiciones internacionales del complejo a otro país, pero admite que su deseo es permanecer en Cádiz y seguir trabajando en el desarrollo de Montenmedio.
Tras confirmar Blázquez a principios de este año que daba por finalizada su guerra judicial y que procedería a derribar la casa club, la Junta de Andalucía no disimuló su satisfacción. El consejero de Obras Públicas, el sanluqueño Luis García Garrido, se manifestaba el pasado febrero a favor de esta medida. "Las decisiones judiciales hay que cumplirlas y, por tanto, si el propietario es quien quiere resolver el asunto, es una decisión que toma en cumplimiento de la sentencia", aseveró en referencia al propio Blázquez.
De todas las sentencias y autos judiciales que jalonan este largo pleito que culminará con el derribo del palacete, las más importantes son las dictadas por el Tribunal Supremo en noviembre de 2001 y por el TSJA en junio de 2002. En esta última sentencia, el Tribunal Andaluz afirmaba con contundencia que la construcción de la casa club "era ilegal, la licencia (dada por el Ayuntamiento en 1995) nula e insubsanable y la consecuencia no puede ser otra que la restitución de la situación física injustamente alterada". También se rechazaba entonces la segunda licencia municipal de obra concedida con posterioridad a la construcción. "Pretender ahora que la consumación deliberada de unos hechos que nunca debieron producirse pueda imponerse al Derecho es una pretensión inoportuna, vana y contraria al mismo que en modo alguno debe tolerarse", subraya la sentencia del TSJA.