miércoles, 17 de septiembre de 2008

Otro paraíso que sucumbirá al ladrillo

¿Hasta cuando continuará el avance del ladrillo?

Cuando no quede ni un sólo paraíso para disfrutar, estos políticos cortos de miras mirarán a su alrededor intentando dar marcha atrás en el tiempo.

Aquí la noticia publicada hoy en Diario de Cádiz:


Barbate urbanizará Trafalgar aburrido del bloqueo de los hoteles


El Ayuntamiento se cansa de la disputa entre empresarios y propietarios del suelo y quiere comenzar el plan parcial de la ensenada · El proyecto turístico lleva casi dos años parado

El Ayuntamiento de Barbate está dispuesto a iniciar el desarrollo del plan parcial de Trafalgar -que regula la construcción de dos hoteles junto al faro- sin contar con los propietarios del suelo ni con los empresarios, que siguen sin llegar a un acuerdo sobre la compraventa de la parcela turística después de dos años de tensas e infructuosas negociaciones.

El alcalde de Barbate, Rafael Quirós (PSOE), expresó ayer su "agotamiento" y "aburrimiento" por la disputa entre las partes, que mantiene bloqueado el plan hotelero, y anunció que prepara una fórmula para ejecutar la modificación de su Plan General -ya aprobada por la Junta- e iniciar la urbanización de la parcela, proceso en el que plantea la intervención de un agente urbanizador: "Hasta ahora hemos permanecido expectantes pero llega el momento en el que uno no aguanta más. El terreno se va a poner en carga y a aprovecharse porque Barbate no puede esperar más a unos ni a otros, y a partir de que comience la urbanización habrá que cobrar a los dueños de la parcela, sea quién sea, y se cobrará bien en terrenos, o bien en euros", advirtió el alcalde barbateño, que quiere formalizar su iniciativa y plantearla en el Pleno municipal.

Quirós defiende que este proyecto es decisivo para comenzar la ordenación urbanística de las pedanías de Los Caños y Zahora, y para ofrecer una alternativa económica y laboral a su pueblo, en plena decadencia del ladrillo. "Pasará la crisis y la construcción se recuperará, pero hay que saber que el ladrillo no va a volver a ser la que era, y que necesitamos puestos de trabajo en otros sectores", vaticinó el regidor, que recuerda que los hoteles generarán unos 300 empleos directos en el pueblo con más paro de Cádiz.

Mientras el Ayuntamiento planea iniciar el desarrollo del plan parcial de Trafalgar, los empresarios hoteleros y los dueños del suelo apenas consiguen acercar sus posturas para actualizar el contrato original de compraventa de la parcela de 300.000 metros cuadrados situada junto al faro, un contrato firmado en 2002.

Hace unos meses alcanzaron un acuerdo económico para el traspaso del terreno pero siguen enfrentados sobre los plazos en los que deberán abonarse estos pagos, según informaron fuentes de la familia Castro, titular de la parcela hotelera.

"Hay un principio de acuerdo sobre el dinero después de muchos meses y ahora hay que fijar el fleco de cómo se va a pagar esa cantidad. Hemos hecho una propuesta. Nosotros lo tenemos muy claro. Ahora el asunto está en el tejado de los hoteleros, así que estamos a verlas venir", apuntó un representante de la familia.

Quirós es escéptico sobre próximos avances: "Pensaba que cuando hubiera un acuerdo económico todo se solucionaría, y ahora nos encontramos con este nuevo problema y con poca voluntad para solucionarlo", lamenta.

Las conversaciones entre los Castro y las cadenas Hipotels y Robinson Club (TUI) se suceden desde finales de 2006, cuando la Junta de Andalucía aprobó definitivamente el proyecto hotelero y redujo un tercio sus dimensiones originales y sus posibilidades de explotación. Ese dictamen de la Comisión Provincial de Urbanismo determinó que en la ensenada de Barbate podrán edificarse 45.000 metros cuadrados, con edificios de planta baja más una y un máximo de 600 habitaciones.

El retraso de los dos últimos años, sumado a más de cinco años de una penosa tramitación administrativa que adquirió tintes de disputa política entre la Junta de Andalucía -PSOE- y el antiguo Gobierno local -PP-, ha restado valor empresarial al proyecto. Ahora no es una iniciativa prioritaria para las cadenas, tal y como han reconocido Hipotels y Robinson Club, y menos aún en un contexto de crisis económica y financiera, y en el que las inversiones turísticas en España no tienen la rentabilidad de hace un decenio.