domingo, 17 de enero de 2010

Todos somos solidarios, pero no todos coherentes

Ante la avalancha de solidaridad que cunde en la ciudadanía española no podemos más que mostrar nuestra satisfacción y aportar dentro de nuestras limitaciones nuestro granito de arena, difundiendo a través de nuestros blogs los distintos llamamientos que han hecho diversas organizaciones en estos días de desolación para el pueblo haitiano.

Pero también pedimos que las personas que luchamos por cambiar el mundo no perdamos el norte. A poco que analicemos la situación de Haití nos damos cuenta que se trata de uno de los países más castigados del planeta. Como bien apunta en su web la Plataforma ¿Quien debe a quién?, la situación de vulnerabilidad ante las catástrofes naturales de este país es resultado en gran medida de la devastación del medio ambiente, la inexistencia de infraestructura básica y el debilitamiento de la capacidad de acción del estado. Y esta situación se produce por las presiones de los gobiernos y empresas del norte, en forma de pago de la deuda externa, libre comercio, supeditación a los intereses transnacionales y ocupación militar.

Por estas razones exigimos coherencia por parte de todos aquellos que se muestran solidarios. Vemos maratones filántropos en ciertas cadenas de televisión que luego se desgañitan defendiendo el neoliberalismo voraz que tanto daño ha provocado en Haití. También vemos a la la Vicepresidenta del Gobierno entregada a la solidaridad concediendo un millón de euros en ayuda de emergencia, mientras que la deuda externa ilegítima que Haití debe al Estado español es diez veces esta cantidad.

Solidarios SI, somos todos. Pero seamos también coherentes por favor.