Hoy hemos presenciado, en "Las Jornadas sobre delitos urbanísticos" como los Alcaldes participantes han preferido seguir tapándose los ojos y echar balones fuera cuando se trata de aplicar la ley urbanística.
Pero a que no adivinan cuál de ellos hizo tal hipérbole que al final resultaba que eran los ciudadanos, además de los fiscales, jueces, notarios y registradores los culpables de las infracciones urbanísticas.
Pobres Sres. Alcaldes, que "son solo un voto" y, nos solicitaba, habláramos de la responsabilidad de los concejales en su conjunto.
Afortunadamente los participantes venían preparados para la demagogia al uso de los señores gobernantes, y así los pusieron en más de un aprieto. Tanto, que el mismo, no dudo, en reconocer la inevitable corrupción urbanística municipal. Eso sí, no quedó muy claro a qué administración había que apuntarle la mayor.