Ni siquiera la crisis va a frenar la urbanización de la segunda línea de Atlanterra. El castigo del ladrillo seguirá azotando la costa gaditana a pesar del reventón de la burbuja.
Esta es la ingeniosa alternativa económica del PSOE para paliar los efectos que este mismo modelo ha generado. Pan para hoy, hambre para mañana. Mientras tanto, la eólica marina sigue esperando para instalarse en la zona.
Leer la noticia publicada hace poco en Joly.