Por fin llegó la
libertad de los activistas. No queda más que criticar la dureza desproporcionada de la justicia danesa. Puede que nuestr@s amigos de Greenpeace hayan cometido un delito, pero el delito contra el clima que se está cometiendo por los países más desarrollados y por nuestros líderes mundiales deja la acción delictiva de los ecologistas a la altura del betún. ¿Cuanta prisión habrá para ellos? La justicia danesa juzgará a Greenpeace, pero la historia juzgará a los políticos que han fracasado en Dinamarca.