Más de una vez oímos en boca de los potentados de la Junta el espurio discurso de que Andalucía está en el buen camino en la lucha contra el cambio climático. Como bien advertía Daniel López Marijuán en uno de sus últimos artículos para Andalucía Ecológica. "Aunque la consejera de Medio Ambiente de Andalucía, Cinta Castillo, haya visitado Copenhague para sacar pecho en relación a lo bien que está funcionando el Plan Andaluz de Acción por el Clima, la realidad es bien distinta y se da de bruces contra los triunfalismos oficiales."
Más allá de estos discursos oficiales, nos topamos con la realidad diaria. La verdadera política de movilidad de la administración andaluza. Recientemente hemos leído en prensa un nuevo botón de muestra. La Junta de Andalucía ha encargado la redacción del proyecto para la duplicación de la carretera A-384.
La conexión de los pueblos blancos con autovía supone un peligro para para el modelo de turismo sostenible y de encanto de nuestra sierra, el primer paso para la pérdida de identidad de los mismos.
El único objetivo de esta autovía es acercar a los grandes núcleos urbanos a la sierra gaditana dando el primer paso hacia la aglomeración urbanística y al modelo de segunda residencia que ya ha dilapidado en gran parte los valores de nuestra costa.
¡Vaya modelo de desarrollo sostenible de la Junta!